Espiritualidad





LA ESPIRITUALIDAD DEL Q.A.C.(1), DEL P.E.(2) Y DE LOS SECTORES

REUNIÓN DEL GRUPO DE TRABAJO DEL COMPROMISO – ANDALUCIA





1)     INTRUDUCCION:

     La expresión “espiritualidad de los sectores”, viene a indicar una experiencia configurada en el proceso de formación, que nace de “vivir según el Espíritu de Jesús” en una comunidad “encarnada en la pobreza y debilidad del mundo obrero, para ahí anunciar a Jesucristo y a su Iglesia” y que se realiza en el compromiso. Este es el camino, en que nos encontramos con Cristo y en el que tratamos, junto con Él, de que el Plan de Dios se realice en la historia. Aquí subyace la clave de la Evangelización: más que obra nuestra es su obra a través de nosotros.

2)     LA ESPIRITUALIDAD DE LOS SECTORES COMPORTA UNA ACTITUD: CAPTAR LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS.

Caigamos en la cuenta del valor cristiano de “los signos de los tiempos”, en un doble sentido: Como rasgos de nuestra sociedad y como signos que expresan y hacen crecer o dificultan o niegan el reino de Dios. Los Sectores son el cauce que nos van a ayudar a descubrir y valorar estos signos de los tiempos, porque a su luz se han de concretar el Q.A.C. y cualificar nuestro P.E. Ello supone que esta espiritualidad requiere:

·         La actitud de buscar “los signos de los tiempo”, saliendo de nosotros mismos para encontrarnos con Cristo en “los rostros marcados por el dolor del pueblo oprimido”. Para comprender mejor la situación de los “cristos sufrientes” y percibir las posibilidades reales de su “des-crucifixión”

·                Una espiritualidad a la escucha del Otro, que habla desde los otros. Hay que descubrir que “el Yo de Cristo es mucho más importante que mi propio Yo” (Rovirosa).

·         Una espiritualidad de “manos activas”. Descubrir los signos de los tiempos pone nuestras manos al servicio de Dios que sigue construyendo su Reino en esta historia. Por eso, nuestro Q.A.C. y nuestro P.E. se insertan en este obrar de la gracia en la historia, en los dramas y conflictos obreros, y en sus procesos de su transformación. La transformación de la sociedad no es ante todo un problema estratégico, sino de fuerza espiritual, y, lo que parece imposible para el hombre “es posible para Dios”

3)     LA ESPIRITUALIDAD DE LOS SECTORES COMPORTA UN CRITERIO: LEER LA REALIDAD, DEDE LA FE.
 
a) El Q.A.C. y el P.E., es una gracia de Dios que hay que celebrar y agradecer, pero que requiere, de nuestra parte, un criterio firme: mirar la realidad con ojos de fe. A lo que aprendemos en el proceso de formación cuando en la HOAC hablamos de método, aludimos al camino que nos conduce a la meta deseada: “encontrarnos con el Señor” y aprender a mirar la vida obrera y la realidad con “sus sentimientos y actitudes” animados por el Espíritu. Los Sectores, el Q.A.C. y nuestro P.E. solo cumplirán su objetivo, si están empapados de este mirar, pensar y actuar verdaderamente humano. 

b) Los Sectores, el Q.A.C. y el P.E., se basan en una lectura creyente de la realidad, que nos lleva a descubrir que esta historia, tantas veces injusta, labra la historia de la salvación porque este mundo es obra de Dios.

Los Sectores, ámbito donde elaborar y repensar, asumir y vivir el Q.A.C. y el P.E., requieren de nosotros esta actitud de atención para mirar la vida obrera con los ojos de Dios y descubrir en ella la presencia del Reino y el amor salvador de Dios, lo cual nos afianzará en nuestra esperanza y nos motivará aún más para entregarnos a su servicio.

4)     LA ESPIRITUALIDAD DE LOS SECTORES ES UN CAMINO DE ENCARNACIÓN Y DE VIDA EN COMUN.
 
     a) Encarnación: La experiencia no dice que cuando vivimos la cercanía al mundo obrero debilitado, escuchamos sus quejas, vemos sus dolores y sus heridas, conectamos con sus sentimientos y experimentamos todo ello en nuestra propia carne, esa realidad nos hace instrumentos de la compasión del Dios del amor, del Dios liberador. También Dios se muestra así: “He visto la opresión de mi pueblo, he oído el clamor que arranca su opresión, he conocido sus angustias. Voy a bajar a liberarlo …” (Ex.3,7-8). Por eso, la encarnación del Hijo, es en la debilidad: “Siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo, tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres y apareció en su porte como un cualquiera” (Flp. 2,6-7).

     b) La comunión:  Se trata de la experiencia de la comunión, realizada desde el equipo y abierta a toda la HOAC, a la iglesia y al mundo obrero. La práctica de Jesús es de comunión, vive en un grupo donde se comparte la vida y la misión, la confianza en el Padre y la dedicación a los hermanos. Pero Él nos propone más, “como el Padre, está en mí y yo en Él, que también ustedes sean una sola cosa en nosotros …” (Jn. 17,21-23).

     Podemos decir que, si la encarnación es la condición de la evangelización, la comunión es su contenido. Evangelizar es extender la comunión que Cristo genera en nosotros y que nosotros hemos experimentado como liberadora y humanizadora. Y esto es lo que queremos hacer en los Sectores, con el Q.A.C. y con nuestro P.E., concretar nuestra práctica de comunión cristiana con los sectores más desfavorecidos del mundo obrero.


5)     LA ESPIRITUALIDAD DE LOS SECTORES TIENE UN HORIZONTE: LA CREACION DE LA PERSONA NUEVA Y DEL MUNDO NUEVO.

     Nuestro camino tiene una meta: buscar el conversión de la persona y la transformación de la sociedad. ¿Qué significa esta afirmación? Que estamos llamados a ser “personas nuevas”. El Bautismo “nos reviste de Cristo”, nos hace Cuerpo de Cristo: “Todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús” (Gal. 3,27-28); que la “nueva vida en Cristo” es fuente de plenitud humana, porque supone aprender a ser “hijos e hijas”  y a ser “hermanos”. Es Jesucristo quien nos introduce en esta relación filial y fraternal.

     La dinámica en la que estamos inmersos, es más el intento de vivir y actuar comunitaria y personalmente este horizonte, convencidos de que el “ser” amoroso y liberador de Dios, que hemos de encarnar en la vida obrera, es la forma más humana de vivir y de luchar contra un mundo injusta y desigualmente organizado. Cuando esta convicción se convierte en servicio concreto, en un Q.A.C. y en un P.E. estamos colaborando con el Espíritu Santo en su acción de hacer avanzar la historia hacia su plenitud.

     Según esto, la participación en los Sectores, la implicación en el Q.A.C. y la cualificación de nuestro P.E. es toda una experiencia espiritual, en el más propio sentido de la palabra.


Comisión Interdiocesana de la Hoac de Andalucía
Octubre de 2012.


(1) Q.A.C. (QueHacer Apostólico Comunitario) 
(2) P.E. (Proyecto Evangelizador)  


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